Todos los años, el 14 de Septiembre, miles de devotos del Cusco, Perú e incluso de diferentes lugares como Bolivia, Paraguay, Argentina y Chile, se dirigen al Santuario de Huanca para recibir bendiciones. Desde Cusco, toma de 4 a 6 horas de caminata para llegar a “El Señor de Huanca”.
Ubicación
El santuario del Señor de Huanca está ubicado a 48 Km. de la ciudad del Cusco a 3,100 m.s.n.m. en el distrito de San Salvador, provincia de Calca en el departamento de Cusco.
Fecha
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La festividad es celebrada cada 14 de septiembre, caracterizada por una peregrinación multitudinaria, de devotos.
Todos los años, el 14 de Septiembre, miles de devotos del Cusco, Perú e incluso de diferentes lugares como Bolivia, Paraguay, Argentina y Chile, se dirigen al Santuario de Huanca para recibir bendiciones. Desde Cusco, toma de 4 a 6 horas de caminata para llegar a “El Señor de Huanca”.
Huanca es un hermoso paraje situado en las faldas de la montaña Pachatusan (El que sostiene el mundo), casi a las orillas del río Vilcanota.
Se han escrito muchas historias sobre como Dios eligió a Huanca como su hogar para vivir entre nosotros:
Primera historia
Al llegar los españoles a Cusco, estos sometieron a los inkas a trabajos forzados, pero los inkas supieron mantener su dignidad en medio de los avatares de la conquista.
Diego, un indio que fue castigado por los españoles decidió escapar hacia Huanca y oró todo el día Padre Nuestro y Ave María, para que no lo encontraran; sólo el poder de Dios hizo que Diego no sea encontrado, hasta que por fin llegó la noche y de pronto una luz lo deslumbro ante sus ojos. Era Jesucristo sangrante por los azotes recibidos, Diego estaba embargado por una emoción divina y permaneció inmóvil, casi fuera de si, adorando a su redentor.
Diego decidió enviar un pintor a Huanca. Uno de los más afamados pintores de la escuela cusqueña fue elegido para esta privilegiada labor. Diego Quispe informó al pintor de todos los detalles de la aparición y pintó sobre la roca viva la figura de Cristo, al hacer su trabajo parecía que una mano divina lo guiaba. De ese modo, el retrato del señor de Huanca inició una piadosa tradición que algunos indígenas del lugar realizarían casi en secreto.
Segunda historia
El acaudalado Minero Don Pedro Valero se encontraba muy enfermo y ya muchos médicos habían tratado de diagnosticar su mal sin suerte alguna. De pronto, llega a la ciudad un médico extranjero precedido de una gran fama, inmediatamente se comunicaron con el afamado médico bajo la consigna de que no importaba lo que pidiera.
El misterioso extranjero acudió al llamado, según cuenta la historia Don Pedro fue sometido a un tratamiento de aguas durante cinco días obediente a las recomendaciones del médico. Terminado el tratamiento Don Pedro sanó de su mal y no reparó en poner su riqueza en manos del médico, este le dijo: “Si deseas hacer algo agradable por mi, visítame en mi casa” Don Pedro fue a Huanca ingreso al altar, y descubrió que en una roca, estaba impresa la imagen de su salvador.
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