Anidada sobre la cresta de una montaña de Perú, Machu Pichu, la ciudad inca del siglo XV, había permanecido casi olvidada durante siglos - hasta que el arqueólogo Hiram Bingham empezó a excavar las ruinas hace cien años.
Actualmente uno de los destinos turísticos más populares del mundo, el propósito original de Machu Pichu sigue sin conocerse aunque muchos arqueólogos piensan que están más cerca de encontrar la respuesta.
Bingham sostuvo dos teorías sobre el propósito de Machu Pichu. La primera, que fue el lugar de nacimiento de la sociedad inca, se le ocurrió cuando agricultores locales lo llevaron al sitio en 1911. Pero luego modificó esa teoría y sugirió que el sitio también era la legendaria "ciudad perdida" de Vilcabamba La Vieja, donde el último de los gobernantes incas independientes libró una prolongada batalla contra los conquistadores españoles en el siglo XVI.
Bingham, sin embargo, se equivocó en ambas teorías. Los arqueólogos ahora saben que el verdadero "último refugio" fue Espíritu Pampa, un sitio selvático ubicado a 130 kilómetros al oeste de la ciudad capital inca de Cusco.
Irónicamente, Bingham visitó Espíritu Pampa en 1911, pero decidió que era muy chico y no tan grandioso como para ser la legendaria ciudad.
Excavaciones posteriores en la década de 1960 y mapeo extensivo durante la década de 1980 a cargo de Vincent Lee, un arquitecto y explorador andino basado en Colorado, revelaron que Espíritu Pampa era mucho más grande de lo que Bingham pensaba. "Resulta que había entre 400 y 500 construcciones en el sitio pero Bingham únicamente había visto aproximadamente 20", dice Lee.
Los indígenas con los que se topó Bingham en Espíritu Pampa tenía un nombre alternativo para el lugar: Vilcabamba Grande. Esto debió haber sido una pista para Bingham en el sentido de que el sitio era mucho más grande e importante de lo que se veía, sugiere Lee.
¿Un templo?
Bingham también especuló que Machu Pichu pudo haber sido un templo dedicado a las Vírgenes del Sol, una orden santa de mujeres consagradas al dios inca del Sol, Inti. Esta teoría se basó en gran parte en las decenas de esqueletos que su equipo encontró sepultados en el sitio. El osteólogo estadounidense George Eaton dijo a principios del Siglo XX que los restos eran casi todas mujeres.
"Creo que la idea de Bingham de Vilcabamba (la última ciudad inca) fue lo primero que se le ocurrió porque eso era lo que buscaba activamente. La idea de las vírgenes probablemente le vino después, cuando vio los resultados de Eaton", dice John Verano, antropólogo de la Universidad Tulane, en Nueva Orleans.
Esta teoría también fue rechazada en 2000, cuando Verano, entonces en la Universidad de Yale, examinó los restos y descubrió que los esqueletos eran casi mitad hombres y mitad mujeres. El análisis de Verano se basó en diferencias esqueléticas de género desconocidas en la época de Eaton.
Verano piensa que Eaton pudo haberse dejado engañar por el tamaño relativamente chico de la gente andina, típicamente más baja y menos robusta que los esqueletos europeos y africanos con los que Eaton hubiera estado más familiarizado.
Sitio de retiro
La interpretación de Verano de los esqueletos de Machu Pichu es consistente con una de las teorías más populares sobre el sitio: que fue el retiro real de Pachacuti, el emperador inca del siglo XV.
Según esta idea, Machu Pichu era un lugar donde Pachacuti y su corte real, o panaca, podían descansar, cazar y entretener a sus invitados.
"Los miembros de la panaca de Pachacuti pudieron haber vivido ahí durante algunos días, semanas o meses del año", dice Guillermo Cock, un arqueólogo de Lima que también ha recibido financiamiento del Comité para la Investigación y Exploración de la National Geographic Society.
La teoría de "la propiedad real", propuesta por primera vez en la década de 1980, se basa principalmente en un documento español del siglo XVI que hace referencia a una propiedad real llamada Pichu, construida en la misma área general que Machu Pichu.
Otros académicos han especulado que los incas tenían en mente un propósito más espiritual cuando construyeron Machu Pichu. Un estudio de 2009 de Giulio Magli, astrofísico del Instituto Politécnico de Milán, Italia, postuló que el sitio era una versión reducida de un paisaje mítico de la religión inca.
Según Magli, Machu Pichu era un sitio de peregrinación donde los fieles podían revivir simbólicamente un viaje desgarrador que supuestamente hicieron sus ancestros. Ese viaje se iniciaba en el lago Titicaca, en Bolivia, y seguía por debajo de la Tierra antes de emerger en un lugar cercano a Cusco.
Según otra teoría, propuesta por el arqueólogo y antropólogo Johan Reinhard en su libro de 1991 "Machu Picchu: Exploring an Ancient Sacred Center", Machu Pichu era un lugar especial en el "paisaje sagrado" incaico.
Por ejemplo, Machu Pichu está construida encima de una montaña casi completamente cercada por el río Urubamba, que los incas nombraron Vilcamayo, o Río Sagrado. Reinhard también señaló que la salida y puesta del Sol, vista desde ubicaciones específicas dentro de Machu Pichu, se alinea durante los solsticios y equinoccios con montañas religiosamente significativas.
Aunque la mayoría de las teorías sobre Machu Pichu enfatizan ya sea el aspecto utilitario o espiritual del sitio, Reinhard y otros académicos dicen que ambas ideas no son necesariamente mutuamente excluyentes.
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