Santuario histórico, ciudadela natural. Una de las siete maravillas del mundo. El sitio por el que Perú es conocido está enclavado entre montañas, a 500 kilómetros de su capital.
Perú celebró el pasado jueves que hace 100 años Machu Picchu fue revelado al mundo. Lo hizo con una fiesta en las ruinas que son a la vez la imagen internacional de Perú y la encarnación de la identidad peruana.
El Gobierno de ese país bautizó oficialmente 2011 como “el año del descubrimiento de Machu Picchu para el mundo”, y durante meses han realizado desde exhibiciones de ajedrez con las ruinas de fondo hasta visitas de estrellas de Hollywood.
Machu Picchu recibe cerca de 800.000 visitantes en 2010, lo que supone 70% de los ingresos turísticos de Perú. Esa es una buena razón para preservarlo y cuidar hasta el mínimo detalle su imagen internacional.
“Puede ser que uno no conozca Perú, pero siempre habla de Machu Picchu como uno de los puntos más importantes de Suramérica”, opinó el director de ese Parque Arqueológico, Fernando Astete.
Otra muestra de la importancia del lugar es la fecha elegida para las celebraciones. En vez del 24 de julio, día en el que el estadounidense Hiran Bingham llegó a ese monumento natural en 1911, el Gobierno decidió festejar el 7 de julio, cuando la ciudadela inca fue elegida como una de las siete maravillas del mundo.
Pero Machu Picchu no es sólo la principal imagen por la que Perú es conocido en el exterior.
También es para muchos peruanos un orgullo en el que les gusta verse reflejados. “Es el ícono, la maravilla, la identidad no sólo del poblador cuzqueño sino de todos los peruanos”, afirmó Luis Flórez, alcalde de Cuzco, puerta de entrada a Machu Picchu.
La fiesta central por el centenario contó con danzas y música tradicional de la sierra peruana. Uno de los discursos fue en idioma quechua por el presidente de la Academia Mayor de la Lengua Quechua, Fernando Hermosa, reivindicando la esencia andina.
“Este patrimonio de la humanidad es un privilegio para los cuzqueños”, dijo Flórez.
Maravilla natural
Machu Picchu permaneció oculto al mundo hasta 1911, cuando el explorador y académico Hiram Bingham llegó al lugar y publicó su hallazgo. No obstante, existen indicios de que un peruano ya había encontrado el sitio -construido en el siglo XV- en 1902.
La ciudadela está enclavada entre montañas de la selva de Cuzco, a unos 500 kilómetros al sureste de Lima. Desde allí, el gigante rocoso de inexplicable ingenio arquitectónico mira al mundo. La Unesco lo declaró en 1983 Patrimonio de la Humanidad, como parte de un conjunto cultural y ecológico llamado Santuario Histórico de Machu Picchu.
Una mirada a Machu Picchu
El enigma y la majestuosidad de la arquitectura y el paisaje ha cautivado a millones de viajeros que desde hace un siglo han visitado la ciudadela inca de Machu Picchu, lo cual paradójicamente significa también una latente amenaza para la conservación.
En el marco del centenario, el gobierno enfrenta el riesgo de un desgaste de sus piedras milenarias por el masivo flujo turístico.
En 2007 Machu Picchu fue elegida entre las siete nuevas maravillas del mundo moderno en una votación mundial por Internet.
A la ciudadela inca ingresan diariamente un promedio de 1.800 personas y el máximo permitido por las autoridades es 2.500 personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario