El próximo viernes 24 Cuzco celebrará una vez más la fiesta en honor al dios Sol. Tal como lo hacían los incas, con el mismo fervor que tenía en tiempos del esplendor del incanato.
El sol se alejaba, el frío aumentaba, en los amaneceres el agua estaba escarchada, por tanto, había que pedirle al Sol que volviera, que al rayar los crepúsculos matutinos no siguieran avanzando hacia el norte.
Finalmente, había que testimoniarle al dios Inti, la eternidad y total entrega de sus hijos, con sumisión y respeto.
Hace más de seis siglos, el inca Pachakuteq instituyó la Fiesta al dios Sol.
Los cuzqueños actualmente siguen representando el Inti Raymi con el mismo fervor con el que sus ancestros lo realizaban en las esplendorosas épocas del incanato.
El Inti Raymi, en su versión contemporánea se realiza desde el 24 de junio de 1944, cuando fueron establecidas las fiestas de la ciudad en recuerdo a su milenario origen y cuna de la gran civilización inca.
La Municipalidad del Cuzco, por ley, ejerce la titularidad de los correspondientes derechos de autor del Inti Raymi y de ella depende autorizar la escenificación en cualquier lugar del país o del extranjero.
Como tal, la Municipalidad a través de la Empresa Municipal de Festejos del Cuzco, realiza el Inti Raymi y además promueve y dirige un nutrido programa de actividades que se realiza a su alrededor entre mayo, junio y julio. Del mismo modo, organiza y coordina durante el año toda la programación del calendario de fiestas.
Escenificaciones. El 24 de junio, la fiesta en honor al dios Sol, se realiza en presencia del inca, el Willaq Uma o sumo sacerdote, Tarpuntay, Wirapirikuq y Kallparikuy, al igual que los nobles y representantes de las panacas, para lo cual se utilizan tres impresionantes escenarios históricos y naturales
Qorikancha (Cerco de oro): templo principal del Cuzco dedicado al Sol, donde se dice estaba el jardín de oro (aquí se realizaban los primeros rituales del culto al Apu Inti y a la Pachamama, donde fueron enterradas cuantiosas ofrendas, cuyas evidencias halladas en 1972 se encuentran en el Museo Garcilaso del Instituto Nacional de Cultura.
Plaza Mayor (el antiguo Auqaypata o Plaza del Guerrero): en tiempo de los incas, en esta inmensa plaza se desarrollaba íntegramente la ceremonia en medio del gran Ushnu (plataforma ceremonial).
La plaza es la que guarda la memoria de la floreciente cultura inca y de las atrocidades realizadas en nombre de la colonización.
Saqsaywaman (voz que deriva de los términos quechuas “saqsay” y “waman”, que significa “sacíate halcón”). Se encuentra a 3.555 metros sobre el nivel del mar, a un kilómetro del barrio inca de Qollqanpata. Fue la Real Casa del Sol y templo consagrado al Rayo, según Garcilaso.
Ahí desde 1944 tiene lugar la parte central del Inti Raymi contemporáneo ante una impresionante multitud.
Horarios
9: Qorikancha: inicio de la escenificación.
11: Auqaypata (Plaza Mayor): El Inka y su Corte Real, ingresan por la calle Inti K'ijllu.
13:30: escenificación principal en la Plaza Sagrada de Saqsaywaman que dura 90 minutos, donde se celebran los ritos del Fuego Nuevo, de la Coca, las ofrendas de los Cuatro Suyos y el vaticinio de los tiempos futuros, entre otros. Servicios y Comodidades
Para asistir al Inti Raymi, la Empresa Municipal de Festejos del Cuzco (Emufec), ofrece los servicios de cómodas butacas en fibra de vidrio, servicios higiénicos portátiles, cabina de información turística, primeros auxilios y seguridad ( policial y particular), que permiten disfrutar de la Fiesta del Sol.
De génesis secular. A tiempo inmemorial se remontan las huellas de la presencia del hombre en el emplazamiento de la actual ciudad, donde surgió, se expandió y floreció la gran civilización inca.
La capital se concibió bajo la forma de un puma, felino considerado como una de sus divinidades tutelares. Por ello al Cuzco también se le conoce como la Ciudad Puma.
En lugar privilegiado de la sagrada capital, el Inka Pachakuteq mandó a construir el Qorikancha, un fastuoso templo dedicado a reverenciar al Sol, dios al que los incas denominaban Apu P`unchao o Apu Inti, en cuyo honor fue consagrada la imponente fiesta del Inti Raymi que alcanzó contornos de solemnidad y esplendor.
Porqué la fiesta. Fueron varias las razones que impulsaron a la civilización inca a realizar los sacrificios y ofrendas al astro rey. Una de ellas fue que el inca, al igual que la nobleza cuzqueña, eran considerados hijos naturales del Sol; a él obedecían su existencia, y debían corresponderle con sacrificios y ofrendas.
Por otro lado, si la cosecha del maíz había sido buena, había que agradecerle y si resultó mala, había que rogarle para que el año venidero les compensara con una buena producción.
(Fuente: PromPerú).
El sol se alejaba, el frío aumentaba, en los amaneceres el agua estaba escarchada, por tanto, había que pedirle al Sol que volviera, que al rayar los crepúsculos matutinos no siguieran avanzando hacia el norte.
Hace más de seis siglos, el inca Pachakuteq instituyó la Fiesta al dios Sol.
Los cuzqueños actualmente siguen representando el Inti Raymi con el mismo fervor con el que sus ancestros lo realizaban en las esplendorosas épocas del incanato.
El Inti Raymi, en su versión contemporánea se realiza desde el 24 de junio de 1944, cuando fueron establecidas las fiestas de la ciudad en recuerdo a su milenario origen y cuna de la gran civilización inca.
La Municipalidad del Cuzco, por ley, ejerce la titularidad de los correspondientes derechos de autor del Inti Raymi y de ella depende autorizar la escenificación en cualquier lugar del país o del extranjero.
Como tal, la Municipalidad a través de la Empresa Municipal de Festejos del Cuzco, realiza el Inti Raymi y además promueve y dirige un nutrido programa de actividades que se realiza a su alrededor entre mayo, junio y julio. Del mismo modo, organiza y coordina durante el año toda la programación del calendario de fiestas.
Escenificaciones. El 24 de junio, la fiesta en honor al dios Sol, se realiza en presencia del inca, el Willaq Uma o sumo sacerdote, Tarpuntay, Wirapirikuq y Kallparikuy, al igual que los nobles y representantes de las panacas, para lo cual se utilizan tres impresionantes escenarios históricos y naturales
Qorikancha (Cerco de oro): templo principal del Cuzco dedicado al Sol, donde se dice estaba el jardín de oro (aquí se realizaban los primeros rituales del culto al Apu Inti y a la Pachamama, donde fueron enterradas cuantiosas ofrendas, cuyas evidencias halladas en 1972 se encuentran en el Museo Garcilaso del Instituto Nacional de Cultura.
Plaza Mayor (el antiguo Auqaypata o Plaza del Guerrero): en tiempo de los incas, en esta inmensa plaza se desarrollaba íntegramente la ceremonia en medio del gran Ushnu (plataforma ceremonial).
La plaza es la que guarda la memoria de la floreciente cultura inca y de las atrocidades realizadas en nombre de la colonización.
Saqsaywaman (voz que deriva de los términos quechuas “saqsay” y “waman”, que significa “sacíate halcón”). Se encuentra a 3.555 metros sobre el nivel del mar, a un kilómetro del barrio inca de Qollqanpata. Fue la Real Casa del Sol y templo consagrado al Rayo, según Garcilaso.
Ahí desde 1944 tiene lugar la parte central del Inti Raymi contemporáneo ante una impresionante multitud.
Horarios
9: Qorikancha: inicio de la escenificación.
11: Auqaypata (Plaza Mayor): El Inka y su Corte Real, ingresan por la calle Inti K'ijllu.
13:30: escenificación principal en la Plaza Sagrada de Saqsaywaman que dura 90 minutos, donde se celebran los ritos del Fuego Nuevo, de la Coca, las ofrendas de los Cuatro Suyos y el vaticinio de los tiempos futuros, entre otros. Servicios y Comodidades
Para asistir al Inti Raymi, la Empresa Municipal de Festejos del Cuzco (Emufec), ofrece los servicios de cómodas butacas en fibra de vidrio, servicios higiénicos portátiles, cabina de información turística, primeros auxilios y seguridad ( policial y particular), que permiten disfrutar de la Fiesta del Sol.
De génesis secular. A tiempo inmemorial se remontan las huellas de la presencia del hombre en el emplazamiento de la actual ciudad, donde surgió, se expandió y floreció la gran civilización inca.
La capital se concibió bajo la forma de un puma, felino considerado como una de sus divinidades tutelares. Por ello al Cuzco también se le conoce como la Ciudad Puma.
En lugar privilegiado de la sagrada capital, el Inka Pachakuteq mandó a construir el Qorikancha, un fastuoso templo dedicado a reverenciar al Sol, dios al que los incas denominaban Apu P`unchao o Apu Inti, en cuyo honor fue consagrada la imponente fiesta del Inti Raymi que alcanzó contornos de solemnidad y esplendor.
Porqué la fiesta. Fueron varias las razones que impulsaron a la civilización inca a realizar los sacrificios y ofrendas al astro rey. Una de ellas fue que el inca, al igual que la nobleza cuzqueña, eran considerados hijos naturales del Sol; a él obedecían su existencia, y debían corresponderle con sacrificios y ofrendas.
Por otro lado, si la cosecha del maíz había sido buena, había que agradecerle y si resultó mala, había que rogarle para que el año venidero les compensara con una buena producción.
(Fuente: PromPerú).
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