sábado, abril 16

Perú, un destino en el que asoman infinitos destinos

Abrir los ojos y despertar en Lima, Cuzco o Machu Pichu es un vívido sueño, un viaje hacia nuestro ser que a muchos les puede resultar revelador. Historia y enigmas de un imperio que existió hace diez mil años convergen en un paisaje exquisito, perfumado con alta gastronomía, con los sonidos de cincuenta lenguas nativas. La vista se pierde en un mantra de danzas y ancestrales instrumentos musicales
Comenzaremos este fascinante e inolvidable viaje saliendo desde nuestro aeropuerto de Mendoza dispuestos a descubrir nuestra primera ciudad en Perú…

Lima, donde palacios, monasterios y conventos coloniales existen en asombrosa armonía con modernas edificaciones y las más impresionantes y milenarias huacas Pre-Incas. Llegamos al anochecer para descansar en la excelente hotelería que este destino nos depara en barrios típicos como Miraflores y San Isidro. Por la mañana comenzaremos visitando la Lima moderna que nos ofrece un impecable orden y el recorrido de uno de los famosos parques, llamado Parque del Amor. A partir de allí se puede continuar por la costanera hasta llegar a la parte más histórica y colonial. El camino nos llevará por la tradicional zona residencial de El Olivar, de centenarios olivos al centro histórico con el deslumbrante monumento al General San Martín, pasando por la Plaza de Armas, la Catedral, el Palacio de Gobierno y el Palacio Torre Tagle. El día finalizará con la visita al famoso Museo Larco que alberga una exquisita colección privada de arte prehispánico.

Se aconseja visitar, también, la Huaca Huallamarca, imponente templo de forma piramidal que corresponde a la época de inicios de los desarrollos regionales, en San Isidro. Luego hay que regresar al hotel porque al día siguiente, tomaremos un vuelo con destino a otra mítica ciudad.

Cuzco nos maravilla con su impecable diseño arquitectónico, la ciudadela de Machu Picchu y sus extraordinarios caminos. Conocida como Capital Arqueológica de América, la ciudad fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1983.

Radiante de día, la plaza de armas se viste de gala al caer la noche, con tenues luces amarillas alumbrando las arquerías, e imponentes fachadas de la Catedral y de la Compañía de Jesús.
Se destacan en el Cuzco incaico el fino tallado de la piedra, el ensamble perfecto entre ellas y las puertas trapezoidales. Con la llegada de los españoles, el Cuzco se convirtió en una ciudad mestiza y colonial.

Despertamos otro día en Perú para recorrer el Valle Sagrado de los Incas. Camino al valle, atravesamos fértiles campiñas a orillas del río sagrado Urubamba en un pintoresco escenario de montañas de las que descienden numerosas anderías incas. Panes recién salidos del horno de barro perfuman de hogar la escena, mientras las plantaciones de maíz se ondulan con el viento. Así se arriba al colonial pueblo de Pisac, con su colorido mercado en que vale la pena hacerse de la más variada artesanía y joyería cuzqueña.

Luego de la visita, el Restaurante Tunupa ofrece una diversa gama de platos típicos de la cocina Peruana Andina a orillas del río Sagrado, para hacer un descanso antes de seguir hacia Ollantaytambo, una antigua fortaleza Inca compuesta por numerosos templos y terrazas que se elevan sobre el valle. Más tarde, la aventura continuará en tren…

Surcando el río en el famoso tren Vistadome, se puede apreciar parte del Camino del Inca para finalmente arribar a Aguas Calientes un pequeño pueblo donde pasar la noche, ubicado en la base de Machu Pichu. En un nuevo día de viaje, un bus espera para trasladarnos hasta la famosa ciudadela. Machu Pichu, la ciudad perdida de los Incas recostada sobre la vertiente del río Urubamba, fue descubierta en 1911 por el explorador norteamericano Hiram Bingham. Luego fue declarada Santuario Histórico, Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1983. Encierra un mundo intacto de historia ancestral que inunda de espíritu, energía y mística especial cada rincón y cada piedra. Una de las obras arquitectónicas más enigmáticas de la Tierra. Tras visitar la ciudadela, se puede almorzar en el Sanctuary Lodge Restaurante, con su inigualable vista al Huaina Picchu. Una vez repuestos, emprenderemos el viaje de regreso hacia Aguas Calientes para tomar nuevamente el tren de retorno a Cuzco.

De regreso, recalamos nuevamente en la belleza de la antigua capital del Tahuantinsuyo, ciudad de intensos contrastes con magnificas murallas incas coronadas con balcones y tejados de influencia española. El Cuzco, además, goza de un clima de particular alegría que generan las numerosas ferias con sus artesanos y sus fiestas. Una ciudad que atrae a visitantes de todo el mundo donde también merecen ser recorridas las fortalezas de Tambomachay, Sacsayhuamna, Quenko y Puca Pucara ubicadas en los alrededores. Por la noche, una cena Show, frente a la plaza iluminada, será el momento para brindar y despedirse de esta ciudad con un recorrido visual, quizá, prometiendo alguna vez regresar.

A la mañana siguiente una última visita podrá satisfacer el capricho de no querer dejar este lugar. La meta será visitar el Mercado Nativo y el Barrio San Blas, conocido como el “Distrito de los Artistas”. Finalmente el viaje de retorno en avión nos espera, para repasar con la mente y el corazón más abiertos, las vivencias y atesorarlas allí en ese medio justo en donde raciocinio y sentimientos no se pueden disociar… donde habitan los recuerdos.

1 comentario:

  1. Es un país hermoso que te sorprenderá en cuanto pises su suelo, sus paisajes son maravillosos, los servicios que te ofrecen son excelentes para que te sientas como en tu casa.

    Maria - Paquetes Turisticos Argentina

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