sábado, abril 24

Iglesias de Cusco Cuzco

Iglesias de Cusco

El Cusco monumental, en gran parte surgido después del terremoto de 1650, es sin duda uno de los conjuntos más valiosos de la América precolombina y tiene como componente principal sus edificios religiosos. Cuatro obras emblemáticas del arte arquitectónico cusqueño, la Catedral, la Compañía, Santo Domingo y el convento de la Merced, permiten aquilatar la singulariad e importancia de las iglesias de la ciudad.

A continuación le presentamos las Iglesias más importantes de Cusco :

Catedral de Cusco
De acuerdo a la historia, en el Inkario la Gran Plaza del Qosqo estuvo rodeada por palacios de los Inkas, construidos para albergar a sus "panakas" o familias reales extendidas; uno de aquellos palacios fue el Kiswarkancha perteneciente al Inka Wiraqocha que en su costado oriental poseía un edificio de forma circular denominado "Suntur Wasi" que era una especie de casa de armas y escudos; sobre estas dos primigenias construcciones se encuentra la actual Catedral y sus dos iglesias menores.

Después de la fundación española de la ciudad en 1534, se señaló también un lugar para la construcción de la iglesia, lugar que correspondió al "Suntur Wasi", donde efectivamente se edificó la antigua iglesia que era pequeña. Posteriormente las necesidades de culto llevaron a adquirir los terrenos próximos a la iglesia para la construcción de la actual Santa Basílica Catedral que empezó en 1560, sobre un área de casi 4 mil m², con diseños originales hechos por el arquitecto Juan Miguel de Veramendi. El Cabildo Eclesiástico de la ciudad acordó con anterioridad el traslado de las piedras de la "fortaleza" para la obra; es decir que se ordenó la demolición de Saqsaywaman para utilizar las piedras andesita de sus paredes principales en la edificación de la catedral que fue culminada en 1654, luego de 94 años de construcción con retrasos e inconvenientes diversos. Fue diseñada y supervisada por arquitectos y sacerdotes hispanos, pero ejecutada con el trabajo, sudor, lágrimas y sangre de los descendientes de los Inkas.

La Catedral del Qosqo es sin duda uno de los monumentos coloniales más notables de América, su estructura es renacentista en esencia, su planta interior tiene la forma de una cruz latina, con cruceros que comunican con sus dos iglesias laterales: la "Iglesia del Triunfo" hacia el este y la "Iglesia de la Sagrada Familia" hacia el oeste; tiene tres naves: una central, la "Nave de la Epístola" hacia el este y la "Nave del Evangelio" hacia el oeste. Hoy para visitar el monumento, se ingresa por la puerta de la "Iglesia del Triunfo" que se encuentra precisamente en el mismo lugar de la antigua iglesia mayor hecha sobre el "Suntur Wasi". Es conocido que tres años después del arribo de los invasores hispanos, Manko Inka inicia la guerra por recuperar su estado. Se produjo el sitio del Qosqo y hubo un momento en que los conquistadores estuvieron casi totalmente vencidos, todos ellos reunidos dentro del "Suntur Wasi"; cuenta la tradición católica que precisamente en aquel momento hizo su aparición la Virgen de la Descención quien bajo desde el cielo e hizo el milagro de dar fuerza y lucidez a los conquistadores para salir victoriosos. Además, cuenta la tradición católica que también en esas circunstancias apareció el apóstol Santiago cabalgando en su corcel quien empezó a matar a los Quechuas (Santiago es el Patrón de España y allá es conocido como "mata-moros" mientras que aquí como "mata-indios"); con la ayuda de estas dos divinidades los invasores pudieron salir triunfantes. Es ésa la razón por la que es denominada "Iglesia del Triunfo", el triunfo de españoles sobre Quechuas, el triunfo del catolicismo sobre la religión inkásica. Al exterior, en la fachada, a ambos lados de su entrada se encuentran inscripciones talladas en piedra fechadas en 1664 relatando los milagros. La iglesia tiene tres naves, seis retablos de madera de cedro tallado y dorado con hojas de oro resaltando el primero a la derecha que es barroco y bastante grande que ostenta un Cristo crucificado en bulto casi perfecto; tiene además dos retablos de estilo neoclásico hechos en yeso. En la parte central de la iglesia se halla el altar mayor labrado totalmente en granito y que para ser un trabajo en piedra es bastante complicado, está dorado en partes y en su porción superior contiene la imagen en bulto de la "Virgen de la Descención"; en su parte inferior tiene una cruz de madera conocida como la "cruz de la conquista" aquella que trajo Vicente Valverde desde España y que fue la primera cruz cristiana en el Tawantinsuyo.

Compañía de Jesús

Originalmente iniciado a fines del siglo XVI, la iglesia fue demolida casi en su totalidad por el terremoto de 1650, reconstruida y, finalmente, terminada 18 años más tarde.
Al igual que la Catedral, la Compañía también se construyó en el sitio de un antiguo palacio, el de Inca Huayna Cápac (que se dice es el más hermoso de todos los gobernantes Incas "palacios).

La Compañía de Jesús es uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca colonial en las Américas. Dentro, es más bien sombrío, pero el altar dorado es impresionante, sobre todo cuando se ilumina.. El retablo de oro, decorada con columnas coronadas, presenta una antigua imagen de la Virgen y un grupo de la Transfiguración atribuido al jesuita flamenco Diego de la Puente.
La Compañía posee varias otras importantes obras de arte, incluyendo una imagen de San Ignacio de Loyola por el pintor local Marcos Zapata, y una Crucifixión de Cristo de Burgos, cerca del altar principal. Nota también de las pinturas a ambos lados de la entrada, que representan los matrimonios de San Ignacio de sobrinos. Uno de ellos sobre todo un ejemplo de carácter mestizo del Perú, que representa a la nieta de Manco Inca matrimonio el hombre que capturó el último líder Inca, Tupac Amaru.

Santo Domingo

Lo más sorprendente de este edificio es la perfecta adaptación al templo incaico primigenio que lograron sus constructores. Y esto se comprueba claramente en la manera cómo surge la bóveda aprovechando la curvatura del muro prehispánico. Sobre él se yergue una arquería española, al parecer usada eventualmente como capilla abierta. En el resto del templo, la solidez de los muros de piedra procura combinarse con la grandeza de este antiguo y sacro lugar.

El campanario se construyó entre 1729 y 1731 y es una de las pocas construcciones cusqueñas de importancia que datan del siglo XVIII.

Las dos portadas exteriores son clásicas, y es probable que mantengan en parte el diseño primitivo. Su pureza de líneas no deja de contrastar con la robusta torre tallada, que manifiesta la madurez del estilo barroco cusqueño. Sus columnas salomónicas, profusamente labradas, manifiestan un acentuado barroquismo tardío y se relacionan con la portada de Jesús María que quizá pertenezca al mismo autor.

En cuanto al período colonial destaca por poseer una portada renacentista y una excelente colección de pinturas cusqueñas


La Merced
Una de las congregaciones religiosas más antiguas de la ciudad del Cusco es la Orden de las Mercedarias. Fundada en el año de 1223 por San Pedro Nolasco, se sabe que esta comunidad religiosa estuvo vinculada a Diego de Almagro, socio y rival de Pizarro; por ello, cuando éste emprendió su expedición a Chile llevó como capellanes a dos mercedarios del Cusco, Fray Antonio de Almansa y Fray Antonio de Solís.

La fundación de la iglesia y el convento de La Merced se atribuyen a Riña Sebastián de Castañeda, en el año 1535. Para la edificación de ambos se eligió un terreno donado por el marqués Francisco Pizarro.

En el interior de la iglesia se halla una amplia galería y dos pasillos relativamente estrechos que conducen hacia el altar principal. Este es de estilo neoclásico, tiene seis columnas sólidas de Corinto y en la parte central se encuentra una imagen de la Señora de la Misericordia. Hacia el fondo hay otros retablos sobre los que reposan diferentes imágenes, entre las que destacan el Señor de Huanca y la Cruz del Padre Urraca, cubiertos con platos de plata. Además, aquí encontramos la imagen del Señor del Tambo de Montero que, según la tradición, fue fustigado todas las noches de viernes por la gente judía del Cusco.


Santa Catalina
Después de la amarga experiencia de ver cómo el monasterio que creó en Arequipa, en 1599, fue destruido por el volcán Waynaputina, Lucía Isabel Rivera de Padilla fundó en el Cusco el monasterio de Santa Catalina en el año 1601. Fue entonces cuando el obispo Antonio de la Raya le otorgó un sitio privilegiado sobre el que se había erigido el acllahuasi o casa de las Vírgenes del Sol.

Su primera edificación concluyó hacia 1643, año en que se concluyó el retablo mayor ensamblado por Martín de Torres. Pero el terremoto de 1650 echó por tierra este templo y hubo que reconstruirlo en su totalidad. La oportunidad sirvió para cambiar la disposición de su planta. Tanto el templo como la decoración interior quedaron acabados hacia 1669, incluyendo retablos y pinturas.

Su severo exterior ostenta, como otras iglesias monacales, dos portadas renacentistas idénticas y una espadaña a modo de campanario. Todo ello contrasta con la riqueza decorativa del interior, distribuida en su única nave alargada de planta isabelina.

En las obras intervinieron albañiles y canteros indígenas como Mariano y Melchor Huamán.


San Francisco
La orden franciscana fue fundada por San Francisco de Asís en Italia, a principios del siglo XIII. Los franciscanos llegaron al Cusco por los primeros años de la conquista y se localizaron en el distrito de San Blas, después en la cuadra de Nazarenas en el palacio antiguo de Qasana que perteneció al Inca Pachakuteq ubicado en la plaza mayor y finalmente en la cuadra de San Francisco en 1549. No es conocido el arquitecto que diseñó el edificio; sin embargo, se conoce que Francisco Domínguez Chávez y Arellano, fue un arquitecto cusqueño que trabajó como albañil principal.

La estructura de la iglesia es relativamente simple y tiene una torre y dos cercas sólidas hecho con andesitas de los edificios prehispánicos. Sus obras de arte originales fueron destruidas por un sacerdote que "modernizó" la iglesia con obras de arte neoclásicas hecho con yeso. Su altar es neoclásico tiene la imagen de San Francisco de Asís en la parte central y de la Virgen de la Concepción Inmaculada. Hay también otros 11 retablos menores, todos hechos en yeso también tiene un púlpito de madera cedro muy antiguo. El claustro del convento es el más viejo de la ciudad con un estilo del renacimiento con diversas influencias. Tiene un techo impresionante decorado con los tableros pintados. Aquí hay una lona enorme que posiblemente es el más grande del continente mide aproximadamente 12 mts. (39 pies) de alto y 9 mts. (30 pies) de ancho; fue pintado por Juan Espinoza del Monteros en 1699. Esta pintura representa 12 ramas del la orden franciscana contiene 683 personajes, 224 escudos y armas y 203 leyendas de biografía. Lo que también es impresionante es el coro de la iglesia que se talló en madera cedro por los franciscanos Luis Montes, Isidro Fernández y Antonio de Paz, en 1652. Este coro contiene imágenes de 93 Santos de la Iglesia católica; su facistol es muy bueno, también hay un órgano imponente alemán, hay muchas más lonas en los diferentes cuartos y claustros; casi todos ellos son anónimos y pertenecen a la Escuela de pintura Cusqueña.



San Blas

La Iglesia de San Blas fue erigida sobre un santuario Inkásico dedicado al culto del dios "Illapa" que está compuesto por el Rayo, Trueno y Relámpago. Posiblemente la iglesia haya sido estrenada en 1544, aunque según otras versiones debió ser después de 1559 como consecuencia de la provisión de virrey Andrés Hurtado de Mendoza por la cual los "indios" debían construir iglesias para su adoctrinamiento en los barrios donde vivían.

Su estructura era simple, con planta rectangular y paredes de adobe, mas luego de los terremotos en 1650 y 1950 la estructura ha sido parcialmente reforzada con paredes de piedra. Cuenta con una sola nave y dos puertas delante de las cuales hay sendas plazas, y un campanario de piedra edificado luego del sismo de 1950 en lugar del original de adobes.
Es la parroquia más antigua del Cusco., la cualidad más saltante de este recinto turístico es que contiene un espectacular pulpito tallado en madera de cedro, que es la más sorprendente obra de carpintería artística de estilo churrigueresco español. Su elaboración es atribuida a manos indígenas.

Andahuaylillas

Se considera que la iglesia es la "Capilla de Sixtina" de América, debido a la calidad de las obras de arte encontradas dentro de ella. Esta iglesia se debe haber construido encima de algún templo inca importante, posiblemente una "Waka" (la urna), como la base de las iglesias era hecho con andesitas tallado que pertenece a la arquitectura Quechua religiosa.

En los ambientes hay restos de edificios Inkas además, destaca una verja de arquitectura de transición (la transición entre Inca y colonial) hacia el lado occidental de la iglesia hay dos esculturas de dos cuadrúpedos en su dintel. Ésos eran los Jesuitas que construyeron la iglesia a finales de siglo XVI, con el barro-ladrillo sol-secado las paredes muy anchas, muy común en los edificios coloniales. Su estructura arquitectónica relativamente modesta es clásica en las iglesias de pueblos pequeños. Tienen simplemente una torre de la campanilla superior, una fachada adornado con murales, y dos columnas de piedra muy bien proyectado hacia la verja principal.


Santa Ana
La Iglesia es muy sencilla, pues se trataba de una iglesia menor. Su torre y sus campanas son de un tamaño modesto y la iglesia cuenta con muy poca ornamentación.



Pero pese a sus pequeñas dimensiones, Santa Ana albergaba incomparables joyas artísticas así como varias imágenes talladas por Juan Tomás Tuyru Túpac, entre las que se cuentan el Cristo Yacente que sale en la procesión de Viernes Santo, el Crucificado, la Virgen Dolorosa, Santa Ana, San Jerónimo y el Cristo que lleva la Cruz. Su principal tesoro lo constituyó la serie de cuadros de la procesión del Corpus, hoy en el Museo Arzobispal.



San Cristóbal
La iglesia se encuentra erigida sobre el cerro Colcampata, un antiguo andén que alberga un conjunto de hornacinas incaicas de fino acabado.
Es una edificación modesta, de adobe y piedra.



Según los estudios de Humberto Vidal la obra se hizo por iniciativa de Cristóbal Paullo, miembro de la nobleza inca y dueño de las tierras de Colcampata. La primera iglesia data de 1560. La construcción posterior es del siglo XVII y fue auspiciada por el obispo Mollinedo, cuyo escudo se encuentra sobre el dintel de la puerta de ingreso al campanario.

La iglesia es de una planta en forma de cruz latina y tiene una sola nave. Entre sus riquezas se encuentra el frontal de plata del altar mayor, que también cuenta con el escudo de Mollinedo. El púlpito, por cierto, fue regalo del obispo.



San Pedro

Su nombre original era Nuestra Señora de los Remedios, pues su fundador, el virrey Francisco de Toledo, dedicó la iglesia a esta advocación en 1572. Según el investigador Humberto Vidal, la edificación obedeció al consejo del capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, padre del cronista. En tiempos coloniales, el lugar era más conocido como hospital de indios, pues aquí se encontraba el Hospital de San Pedro, que luego se transformó en posta médica. La tradición ha permanecido y hoy, a pocos metros de la iglesia, se encuentra el Centro de Salud San Pedro.

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