miércoles, septiembre 14

Aventura en Machu Picchu

Recientemente viajé a Perú para dar un taller de integración y transformación personal, el cual estuvo lleno de satisfacciones profesionales y personales, pero también de retos.

En el viaje de Cuzco a la estación del tren que me llevaría a Aguas Calientes y luego a Machu Picchu se me quedó la mochila con mi cartera en el bus. Cuando me di cuenta ya estaba sentada en el tren. Le conté a la persona encargada mi situación y salí corriendo, sin embargo el bus (la guagua que transporta pasajeros) ya se había ido.

Tenía dos opciones: o me quedaba y comenzaba para rescatarla, lo que implicaba llamar al agente de viajes y a todos mis amigos en Perú; o soltar, dejar ir y disfrutar uno de los sueños de mi vida. Opté por lo segundo, confiando que nada se pierde en el universo y que mi práctica espiritual es lo suficientemente fuerte como para apoyarme en este proceso. Inmediatamente comencé a cantar mi mantra y me monté en el tren.

Puse en práctica uno de los temas del cual hablé en el taller: Cómo saber si había tomado la decisión correcta. La intuición me decía que sí y el ego me decía que debí haberme quedado para recuperar mi cartera.

Para saber si hemos tomado la decisión correcta es necesario observar nuestra mente y nuestros sentimientos. Por otro lado contéstate las siguientes preguntas: ¿Esta decisión me hace sentir optimista?, ¿es un riesgo razonable?, ¿me siento genuinamente entusiasmado(a) con la decisión? La contestación a estas preguntas te ayudará a saber si has tomado la decisión correcta.

Al llegar a Aguas Calientes ya todo comenzó a entrar en ritmo nuevamente y tomamos otro bus a la Ciudadela de Machu Picchu. Una vez allí, comenzamos a subir, subir y subir, hasta llegar a la cima. Entendí que cuando algo vale la pena, los retos y todo lo que ocurre en el camino son solo muestras de algo mucho mayor que se manifestará en nuestras vidas. Solamente tenemos que perseverar, ya que vale la pena el esfuerzo y trabajo porque no rendirse tiene sus recompensas.

Mi recompensa al llegar a la cima fue sentir algo inexplicable con palabras, solamente lo puedes experimentar. La poderosa energía que se siente me hizo entender -más allá de toda duda- que todo estaría en perfecto orden divino y que no debía temer. La paz, el amor y la compasión afloraron a mi corazón de una manera que nunca había experimentado. Medité, entoné mi mantra y me conecté a esa fuerza superior que todo lo mueve, todo lo une y todo lo sostiene.

Comenzamos nuestro regreso y al llegar al hotel, me llamó el agente de viajes para comunicarme que mi cartera había aparecido, sin embargo, no me la podían llevar al hotel, pues estaba a varias horas del sitio donde me estaba quedando. Así que tuve que esperar un día más el cual aproveche para poner en práctica mi confianza en el universo (Dios).

A la noche siguiente me llevaron la cartera al hotel y estaba intacta, no faltaba ni un solo centavo. Algunos me dijeron que había tenido suerte. No creo en la suerte, sino en una práctica espiritual consistente y en el poder de la fe. La energía de Machu Picchu y mi fe absoluta hicieron posible esta experiencia que para mí fue transformadora.

Al estar en ese lugar, caminar por sus pasillos de piedra, entender su cultura y experimentar su gran espiritualidad, una vez más comprendí que cuando ocurren estos eventos es necesario hacer una introspección y ver cuál es la enseñanza. En este caso -para mí- la más importante y poderosa fue soltar, dejar ir y confiar en mi práctica espiritual.

Una práctica sólida y consistente es la que te da fuerzas para seguir adelante en los procesos de mucho reto. Busca tu camino espiritual y síguelo.

Principales teorías sobre el propósito de Machu Pichu

Anidada sobre la cresta de una montaña de Perú, Machu Pichu, la ciudad inca del siglo XV, había permanecido casi olvidada durante siglos - hasta que el arqueólogo Hiram Bingham empezó a excavar las ruinas hace cien años.

Actualmente uno de los destinos turísticos más populares del mundo, el propósito original de Machu Pichu sigue sin conocerse aunque muchos arqueólogos piensan que están más cerca de encontrar la respuesta.

Bingham sostuvo dos teorías sobre el propósito de Machu Pichu. La primera, que fue el lugar de nacimiento de la sociedad inca, se le ocurrió cuando agricultores locales lo llevaron al sitio en 1911. Pero luego modificó esa teoría y sugirió que el sitio también era la legendaria "ciudad perdida" de Vilcabamba La Vieja, donde el último de los gobernantes incas independientes libró una prolongada batalla contra los conquistadores españoles en el siglo XVI.

Bingham, sin embargo, se equivocó en ambas teorías. Los arqueólogos ahora saben que el verdadero "último refugio" fue Espíritu Pampa, un sitio selvático ubicado a 130 kilómetros al oeste de la ciudad capital inca de Cusco.

Irónicamente, Bingham visitó Espíritu Pampa en 1911, pero decidió que era muy chico y no tan grandioso como para ser la legendaria ciudad.

Excavaciones posteriores en la década de 1960 y mapeo extensivo durante la década de 1980 a cargo de Vincent Lee, un arquitecto y explorador andino basado en Colorado, revelaron que Espíritu Pampa era mucho más grande de lo que Bingham pensaba. "Resulta que había entre 400 y 500 construcciones en el sitio pero Bingham únicamente había visto aproximadamente 20", dice Lee.

Los indígenas con los que se topó Bingham en Espíritu Pampa tenía un nombre alternativo para el lugar: Vilcabamba Grande. Esto debió haber sido una pista para Bingham en el sentido de que el sitio era mucho más grande e importante de lo que se veía, sugiere Lee.

¿Un templo?

Bingham también especuló que Machu Pichu pudo haber sido un templo dedicado a las Vírgenes del Sol, una orden santa de mujeres consagradas al dios inca del Sol, Inti. Esta teoría se basó en gran parte en las decenas de esqueletos que su equipo encontró sepultados en el sitio. El osteólogo estadounidense George Eaton dijo a principios del Siglo XX que los restos eran casi todas mujeres.

"Creo que la idea de Bingham de Vilcabamba (la última ciudad inca) fue lo primero que se le ocurrió porque eso era lo que buscaba activamente. La idea de las vírgenes probablemente le vino después, cuando vio los resultados de Eaton", dice John Verano, antropólogo de la Universidad Tulane, en Nueva Orleans.

Esta teoría también fue rechazada en 2000, cuando Verano, entonces en la Universidad de Yale, examinó los restos y descubrió que los esqueletos eran casi mitad hombres y mitad mujeres. El análisis de Verano se basó en diferencias esqueléticas de género desconocidas en la época de Eaton.

Verano piensa que Eaton pudo haberse dejado engañar por el tamaño relativamente chico de la gente andina, típicamente más baja y menos robusta que los esqueletos europeos y africanos con los que Eaton hubiera estado más familiarizado.

Sitio de retiro

La interpretación de Verano de los esqueletos de Machu Pichu es consistente con una de las teorías más populares sobre el sitio: que fue el retiro real de Pachacuti, el emperador inca del siglo XV.

Según esta idea, Machu Pichu era un lugar donde Pachacuti y su corte real, o panaca, podían descansar, cazar y entretener a sus invitados.

"Los miembros de la panaca de Pachacuti pudieron haber vivido ahí durante algunos días, semanas o meses del año", dice Guillermo Cock, un arqueólogo de Lima que también ha recibido financiamiento del Comité para la Investigación y Exploración de la National Geographic Society.

La teoría de "la propiedad real", propuesta por primera vez en la década de 1980, se basa principalmente en un documento español del siglo XVI que hace referencia a una propiedad real llamada Pichu, construida en la misma área general que Machu Pichu.

Otros académicos han especulado que los incas tenían en mente un propósito más espiritual cuando construyeron Machu Pichu. Un estudio de 2009 de Giulio Magli, astrofísico del Instituto Politécnico de Milán, Italia, postuló que el sitio era una versión reducida de un paisaje mítico de la religión inca.

Según Magli, Machu Pichu era un sitio de peregrinación donde los fieles podían revivir simbólicamente un viaje desgarrador que supuestamente hicieron sus ancestros. Ese viaje se iniciaba en el lago Titicaca, en Bolivia, y seguía por debajo de la Tierra antes de emerger en un lugar cercano a Cusco.

Según otra teoría, propuesta por el arqueólogo y antropólogo Johan Reinhard en su libro de 1991 "Machu Picchu: Exploring an Ancient Sacred Center", Machu Pichu era un lugar especial en el "paisaje sagrado" incaico.

Por ejemplo, Machu Pichu está construida encima de una montaña casi completamente cercada por el río Urubamba, que los incas nombraron Vilcamayo, o Río Sagrado. Reinhard también señaló que la salida y puesta del Sol, vista desde ubicaciones específicas dentro de Machu Pichu, se alinea durante los solsticios y equinoccios con montañas religiosamente significativas.

Aunque la mayoría de las teorías sobre Machu Pichu enfatizan ya sea el aspecto utilitario o espiritual del sitio, Reinhard y otros académicos dicen que ambas ideas no son necesariamente mutuamente excluyentes.

Perú, más allá de Machu Picchu

En la ciudad de Lima, más al Norte, en Máncora o más al Sur, en las Líneas de Nasca, el país vecino ofrece una amplia gama de sorpresas. Lo que si ya no sorprende, es su gastronomía de primera.

Por Bárbara Gutiérrez P.



Una pequeña pincelada sobre la nutrida historia de Perú basta a la hora de llegar a Lima, su capital. Es que en cada uno de sus rincones el relato se convierte en vivencia. Las huacas (templos pre-hispánicos) han ido surgiendo silenciosas y retomando sus espacios en medio de la ciudad: Pucllana, en pleno barrio Miraflores -restaurant incluido-; Huallamarca en San Isidro; y el imponente Pachacamac, dan cuenta de la desarrollada cultura de los siglos III y IV dC. Aún así, si se requieren más datos, en el centro histórico, en la mismísima Plaza Mayor, se puede girar en 360° y elegir entre un Palacio de Gobierno -donde, dicen, vive el actual presidente Ollanta Humala-; el Convento de San Francisco y sus misteriosas catacumbas; y el Convento de Santo Domingo, donde descansan los restos de los principales santos peruanos.

La limpieza de la también llamada “Ciudad de los Reyes”, es motivo de orgullo para los limeños, quienes se toman su tiempo para contar como verdaderos batallones de aseo se toman la ciudad antes del amanecer. Miradores, malecones y hasta un mall ensamblado en las rocas, permiten una vista privilegiada de la costa. Un capítulo inesperado resulta conocer el Caballo Peruanos de Paso en la exclusiva Casa hacienda Los Ficus, en el valle de Lurín, a 15 minutos de Lima. Y en la noche… Barranco, un barrio romántico y bohemio, invita a descubrir la diversidad cultural y de ritmos.


¿Al norte o al sur?



Aunque por años Perú ha estado en el centro del interés mundial por el mágico Machu Picchu, a pocos kilómetros hacia el Norte (vía LAN a Tumbes) se encuentra Mancora, zona de extensas playas ideales para el surf, coronada con la presencia de ballenas jorabadas, lobos marinos y pájaros de todos tamaños y colores. ¿El traslado en la zona? exclusivos “mototaxis” o simplemente a caballo por el borde de la playa.

Y si cabe alguna duda sobre otros destinos, al sur de Lima, en Paracas se emplazan las misteriosas Líneas de Nasca, consideradas patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco, distribuidas en 50 kilómetros de longitud y 15 de ancho. Para vivir esta verdadera experiencia, se debe abordar una avioneta para, en 1 hora 40 minutos, admirar -y llenarse de interrogantes- figuras como el colibrí, el astronauta, el cóndor y hasta un mono de 110 metros... Inolvidable, en todo sentido.

Gastronomía: una marca


Sin duda la gastronomía peruana merece una mención aparte. Ya sea en su versión del mar, criolla o fusión, cada una de sus preparaciones mezclan lo mejor de sus ingredientes con la incomparable “sazón” peruana. Así, esta mezcla de experiencias y sabores sólo corrobora aquella frase que en PromPerú exclaman con alegría: Hay un Perú para cada quien...

Machu Pichu, belleza y misterio en las alturas de Perú

Resulta complejo caminar por Machu Pichu no sólo por su gran altura sobre el nivel del mar, sino por la sensación de misterio y el poder de este asombroso sitio

La ciudad de Machu Picchu es un centro espiritual donde chamanes y místicos peruanos aseguran que existe una gran cantidad de energías profundas, mismas que, dicen, son más poderosas durante el solsticio de verano y la Luna Llena.
Ubicada en las alturas de los Andes peruanos, en la cima de una cresta que mira hacia el desfiladero de Urabamba, Machu Picchu significa 'Pico Viejo' y fue construida en el año 1400.
Este orgullo peruano era un refugio real y religioso, y es considerado una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería.
Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.
Machu Picchu está en la Lista del Patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 1983, como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo la denominación Santuario histórico de Machu Picchu.

martes, septiembre 6

Machu Picchu: lo que fuera y lo que es

Visualizar in situ lo que mitos y teorías científicas relatan sobre la llamada ciudad perdida de los incas, es lo que ansían errantes globales, vagabundos anacrónicos, viajeros del tiempo, turistas ansiosos. Pero antes de deambular por los caminos de la historia que las ruinas abren a los ojos y a la imaginación, está la etapa de planificación del viaje.

Justamente de eso se trata esta nota, de lo que hay que saber antes de partir rumbo al encuentro con el pasado. La premisa, entonces, sin reservas en la información para no quedarse sin reservas para Machu Picchu.

Experiencias de viajeros

Antes de los datos fríos las recomendaciones de los que fueron y volvieron para contarla:
Mascar coca. Los mendocinos por lo general no sufrimos los efectos del soroche, como le llaman por allá al mal de altura.

Si bien nuestra ciudad no está tan alto como el Cusco, que se asienta pasando los 3.300 metros sobre el nivel del mar, tenemos cintura para soportarlo. No obstante mascar coca, tal y como lo hacen los cusqueños para no apunarse es una experiencia que no hay que perderse.

Los paquetitos con hojas se consiguen en la Plaza de Armas y cualquier peruano gustoso explica a los forasteros cómo se debe mascar.

Cruce cultural. Pero no el de los españoles con los incas, sino el de los argentinos con los peruanos. Ellos hablan bajo, nosotros, por poco a los gritos. Ellos, en muchos sitios, con sus vestimentas típicas, tan coloridas; nosotros con todo lo que nos vendieron antes de partir y que nos hace lucir entre europeos y yanquis, pero no muy argentinos.

Creemos que hace falta tal o cual marca de zapatillas para el viaje, y las compramos. Una vez allí, vemos como los lugareños se desplazan ágil y velozmente usando sandalias hechas a mano entre las piedras de las montañas. Lo llevan en la sangre, nacieron aquí, pensamos.

El dios sol y el Dios de los cristianos. El entrelazamiento de creencias o las imposiciones de los conquistadores se ven en varios sitios y son estremecedoras. Por ejemplo en Koricancha, el templo de la luna, sobre cuyos cimientos los dominicos edificaron su convento.

En tanto en la catedral del Cusco, los muralistas de la escuela cusqueña dejaron su impronta en las paredes: el plato que comerían los apóstoles en la última cena sería uno típicamente inca: cuy.

Entrenamiento para el camino inca. Las agencias que comercializan el trekking suelen indicar que no se necesita un entrenamiento profesional para hacerlo. Ahora bien, nobleza obliga decir que para encararlo hay que estar dispuesto a transitar 42 km de entre los 2.400 y 4.200 metros, con subidas empinadas y bajadas abruptas.

Es para gente que le gusta la vida de acampante, que puede prescindir de las comodidades, que no tendrá empachos en tomar agua del río Urubamba (potabilizada con píldoras de cloro, eso sí) y que se banca una mochila en la espalda constantemente. Si no se reúnen esas condiciones es preferible ir en tren.

Reconstruir la historia. Entrar al Machu Picchu por la puerta del sol (por allí acceden los que llegan tras hacer el camino inca, cual lo hicieran ellos) produce una extraña sensación. No faltan las lágrimas de emoción y los abrazos por haber llegado a la meta, tampoco algún cigarro a pesar de las fatigas y la falta de oxígeno que genera el último tramo. Dan ganas de bajar de prisa para encontrarse con las ruinas.

Esas paredes rocosas, que si no fuera por la falta de techumbres estarían igual que hace cinco siglos, rápidamente hacen recordar todo lo leído previamente. Retiro real, última ciudad inca, fortaleza para doncellas o lo que haya sido, afortunados los que llegan, muy afortunados.

Cusco, primera parada

Unos días previos a la visita al complejo arqueológico son necesarios para aclimatarse a la altura. Amén de la aclimatación, la que fuera capital del gran imperio de los hijos del sol, tiene muchas excursiones disponibles. De acuerdo con el tiempo de estadía podrán elegirse cuántas hacer.

Desde la Oficina de Información y Asistencia al Turista de ese destino informaron que para poder ingresar de manera independiente a los atractivos turísticos es necesario adquirir boletos o pagar en el lugar que se desea visitar.

El denominado Boleto turístico, por ejemplo, incluye el pase a 16 lugares entre centros arqueológicos y museos urbanos y de las inmediaciones.

Además existen otros 3 boletos turísticos parciales. Uno de ellos lleva a Sacsayhuaman, Q’enqo, Pucapucara y Tambomachay (1 día). El otro a los museos Histórico Regional, de Sitio Koricancha, de Arte Popular, al Monumento al Inca Pachacutec, al Centro Qosqo de Arte Nativo, al de Arte Contemporáneo y a los complejos arqueológicos de Tipón y Pikillacta (1 día).

Mientras que el último rumbea al Valle Sagrado de los incas, es decir a Pisac, Ollantaytambo, Chinchero y Moray y toma dos días. Los precios son: 130 soles el boleto general (dura 10 días) y 70 el parcial (con duración de 1 día, excepto el del Valle Sagrado que tiene validez por dos jornadas).

Vale aclarar que la tarifa sólo contempla el ingreso a los atractivos, pero no los servicios de guiado, ni transporte.

Por otra parte, no puede dejar de conocerse el Complejo Arqueológico de Koricancha, ubicado en Plaza Santo Domingo (entrada 10 soles).

Ahora bien, además existe la posibilidad de contratar un city tour para conocer los principales atractivos ubicados en la urbe y las afueras (que incluyen a la mayoría de los anteriormente mencionados).

Por lo general, las agencias de viajes organizan esta excursión todos los días, duran unas 4 horas y salen entre 25.00 y 70.00 soles. Si se desea contratar el tour al Valle Sagrado (itinerario fuera de la ciudad) hay que pensar en un gasto de 35.00 a 100.00 soles.

El gran momento


A pesar del aura colonial que flota en la plaza de Armas del Cusco, de sus mercadillos cargados de costumbres y productos de larga data, de sus museos llenos de elocuencias pasadas, los turistas llegan hasta allí con la vista puesta en otra parte: en el Machu Picchu. Para llegar hasta el anhelado destino, a continuación todos los datos.

El día D


La visita al Santuario Histórico puede ser realizada cualquier día de la semana, para tal efecto es necesario adquirir los boletos del tren Cusco - Aguas Calientes- Cusco, con uno o dos días de anticipación.

Un tip a no olvidar es que durante la temporada alta (que va de junio a agosto) es recomendable la compra o reserva con varios días de anticipación, tal como lo indicaron desde el Servicio de Información y Asistencia al Turista.

El tren para en la localidad de Aguas Calientes, que podría decirse en sentido figurado, está a los pies del complejo. Desde allí es preciso tomar un bus para llegar al recinto arqueológico. Existe también la posibilidad de ascender caminando por un sendero peatonal de 8 Km que toma aproximadamente de 1 hora y media a paso sostenido.

El precio de la entrada, que brinda acceso a la Ciudad Inca Machu Picchu es de 126.000 soles; de 148.000 si se agrega el Museo de sitio y 150.000 contemplando además de los anteriores a Waynapicchu (montaña contigua).

La venta de tickets se realiza por vía electrónica en www.machupicchu.gob.pe y el pago puede hacerse en todas las oficinas del Banco de la Nación del Perú, medida adoptada desde enero. Es importante destacar que tras hacer la reserva, se debe abonar en las 6 horas siguientes, de lo contrario se anula automáticamente.

Otra alternativa es adquirir la entrada en las oficinas de la Dirección Regional de Cultura del Cusco o de Aguas Calientes.

Tanto en la entrada del complejo como en la estación de Aguas Calientes guías de sitio ofrecen sus servicios para realizar el recorrido (el precio se acuerda directamente). Otra alternativa es encarar la visita por cuenta propia.

No voy en tren

Son muchos los viajeros que deciden llegar al recinto arqueológico emulando a los ancestros, es decir transitando el camino del inca. En este caso es necesario contratar los servicios de una agencia autorizada para encarar el trekking que conduce al Machu Picchu.

Agustín Cetrangolo, desde la receptiva Inca Point, indicó que hay 2 versiones, una de 2 días y 1 noche y la otra de 4 días y 3 noches. Los precios son U$S 280 y U$S 330 respectivamente.

Hace algunos años esta senda cuenta con un cupo de 500 personas por día que es administrado por el Instituto Nacional de Cultura de Cusco (www.machupicchu.gob.pe).

Este cupo se agota con 3 o 4 meses de anticipación, por lo que es imperiosa la reserva, indicaron. Por ejemplo, al cierre de esta edición, sólo quedan algunos lugares disponibles para fines de octubre, ya que lo correspondiente a lo que queda de agosto y setiembre ya había sido vendido en su totalidad, relató Sabina de la agencia cusqueña Travel Machu Picchu.

No obstante, desde esta empresa comentaron que también ofrecen tours alternativos. Uno de ellos es Salkantay-Mollepata-SantaTeresa-Machu Picchu (5 días; U$S 290). En este caso también se realiza un trekking por las montañas, se recorren algunos tramos de la red de caminos incas y tras pernoctar en Aguas Calientes se llega al Machu Picchu en bus.

jueves, septiembre 1

Hotel Eco Inn cuenta con habitaciones anti- ruido


El hotel Eco Inn en Cusco ahora presenta una nueva característica.

El hotel ha terminado sus trabajos de insonorización en sus habitaciones ofreciendo así una óptima estadía para los huéspedes en sus instalaciones, así como un descanso de la más alta calidad.

Cruz del Sur anuncia nueva ruta Cusco Puno


Con este servicio, se podrá viajar desde la Capital de los Incas hacia el lago Titicaca, con toda la comodidad que ofrece este servicio exclusivo.
Para completar la experiencia, esta nueva ruta incluye la visita a los principales atractivos de la ruta como Andahuaylillas, Raqchi, y Pukará así como un almuerzo buffet en el pueblo de Sicuani.